ORGANIGRAMA
PROBLEMA
La crisis económica sucedida en la Argentina en diciembre de 2001 que en Rosario se manifestó con niveles de pobreza del 60% con el fin de responder a esta realidad con una propuesta productiva.
OBJETIVOS
· Promover un proceso de construcción de desarrollo endógeno, a partir de estrategias participativas y formas solidarias de producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos sanos.· Promover emprendimientos productivos de carácter comunitario que atiendan a posibilitar la seguridad alimentaria de los pobres urbanos a partir de la generación de ingresos genuinos, y mejorar el paisaje barrial al transformar los terrenos baldíos en espacios productivos.
IMPLEMENTACIÓN
· El reconocimiento de las familias pobres como actores en el proceso favoreciendo así su propia inclusión. Especialmente las mujeres.
· La instalación y funcionamiento de 791 huertas comunitarias.
· La mejora del paisaje barrial urbano y las condiciones de vida de sus habitantes.
· La vinculación directa de familias a la producción de hortalizas que supone al menos el auto abastecimiento.
· La creación de un circuito de economía solidaria que incluye 342 grupos productivos. La alta valoración social de la calidad de los productos que se comercializan en las ferias y por todas las actividades del PAU que lo legitima como actividad.· El desarrollo de una planificación productiva para abastecer además a comedores comunitarios y escolares en el marco de una red social solidaria.
· La posibilidad de acceso a la tenencia segura de los terrenos productivos por parte de los pobres urbanos.
· La institucionalización de la Agricultura Urbana (AU) como política pública del gobierno local.
RESULTADOS
· Mejoramiento de la condición de vida de los pobres urbanos a partir de la producción de alimentos de alto valor biológico y la generación de ingresos genuinos.
· mejoramiento del paisaje barrial al transformar potenciales basurales en espacios productivos.· Mejoramiento de la condición y posición de las mujeres
· Recepción una mayor demanda de los productos por parte de grandes consumidores (fábrica de pastas, comedores escolares).
CASO EN MÉXICO
Sembradores urbanos
Una de las propuestas más sólidas con relación a cultivos urbanos y educación ecológica ha sido realizada por Sembradores Urbanos, movimiento creado por Lily Foster, Carolina Lukac y Gabriela Vargas, que promueven este tipo de actividades, en sintonía con el aprovechamiento de los espacios y la producción de vegetales orgánicos para el auto consumo, convencidas de que es una alternativa real para la crisis mundial de alimentos.
A fines de 2006, el trío de emprendedoras comenzó a diseñar su proyecto de agricultura urbana en el DF. En agosto del siguiente año abrieron el “Centro de Agricultura Urbana Romita”, primer espacio comunitario de su género en México.
A fines de 2006, el trío de emprendedoras comenzó a diseñar su proyecto de agricultura urbana en el DF. En agosto del siguiente año abrieron el “Centro de Agricultura Urbana Romita”, primer espacio comunitario de su género en México.
En sintonía con la propuesta de despertar el interés la población por participar en un proceso agrícola acorde con las condiciones urbanas, pero sobre todo hacerlos partícipes del goce de alimentos de mayor calidad que los que comúnmente adquieren, y con la ventaja de cosecharlos ellos mismos, Sembradores Urbanos ha programado para los meses complementarios de 2010 una serie de cursos y talleres, como son el Taller de germinación de semillas, germinados comestibles y bolitas de semillas; Empezando tu huerto casero: formas de siembra; Taller intensivo de agricultura urbana; El huerto acolchado – una técnica de siembra instantánea para huertos altamente productivos; y Huertos en contenedores, entre otros, además del muy llamativo Taller de elaboración de cerveza casera artesanal, que en alguna de sus versiones incluye la visita a una micro cervecería en Querétaro.
La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), del gobierno capitalino, apoya el trabajo de este centro en el que además participa un grupo de voluntarios. Forma parte de los proyectos estratégicos de la institución como una manera de fomentar la producción, principalmente de hortalizas, a partir de prácticas agrícolas orgánicas, en zonas urbanas del DF.
“Se busca la distribución directa a consumidores de alimentos frescos y sanos, desarrollando actividades ocupacionales y productivas para grupos de mujeres, niños, jóvenes, personas de la tercera edad y personas con discapacidad, poniendo a producir lotes baldíos y espacios disponibles en escuelas, fábricas, dependencias gubernamentales, campos deportivos, jardines, camellones y azoteas”, advierte el informe de la Sederec sobre tema.
Gabriela destaca que la agricultura en áreas urbanas y peri urbanas es ya una realidad en el mundo, ya que proporciona alimentos a cerca de 700 millones de habitantes, que representa un cuarto de la población urbana mundial.
Es un dato relevante, ya que el crecimiento de la población en proyección al año 2030 se concentrará en las áreas urbanas de los países en desarrollo. Para entonces, cerca de 60% de la población de estos países vivirá en ciudades.
“La introducción de huertos en la ciudad disminuye el costo ambiental relacionado con las actividades urbanas: reduce el transporte de alimentos, reutiliza residuos orgánicos, disminuye la presión sobre espacios naturales y diversifica los espacios verdes urbanos. Constituye un verdadero potencial para la soberanía alimentaria dentro de las ciudades.
La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), del gobierno capitalino, apoya el trabajo de este centro en el que además participa un grupo de voluntarios. Forma parte de los proyectos estratégicos de la institución como una manera de fomentar la producción, principalmente de hortalizas, a partir de prácticas agrícolas orgánicas, en zonas urbanas del DF.
“Se busca la distribución directa a consumidores de alimentos frescos y sanos, desarrollando actividades ocupacionales y productivas para grupos de mujeres, niños, jóvenes, personas de la tercera edad y personas con discapacidad, poniendo a producir lotes baldíos y espacios disponibles en escuelas, fábricas, dependencias gubernamentales, campos deportivos, jardines, camellones y azoteas”, advierte el informe de la Sederec sobre tema.
Gabriela destaca que la agricultura en áreas urbanas y peri urbanas es ya una realidad en el mundo, ya que proporciona alimentos a cerca de 700 millones de habitantes, que representa un cuarto de la población urbana mundial.
Es un dato relevante, ya que el crecimiento de la población en proyección al año 2030 se concentrará en las áreas urbanas de los países en desarrollo. Para entonces, cerca de 60% de la población de estos países vivirá en ciudades.
“La introducción de huertos en la ciudad disminuye el costo ambiental relacionado con las actividades urbanas: reduce el transporte de alimentos, reutiliza residuos orgánicos, disminuye la presión sobre espacios naturales y diversifica los espacios verdes urbanos. Constituye un verdadero potencial para la soberanía alimentaria dentro de las ciudades.
“BIBLIOGRAFÍA
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